05 febrero 2006

Caricaturas de Mahoma

—¡Papá, papá! ¡En el colegio los niños dicen que eres un mafioso!
—No te preocupes, hijo, que yo me encargo del asunto.
—Sí, papá; pero haz que parezca un accidente.


(De las pancartas de los manifestantes en el segundo enlace me encanta sobre todo la de "EXTERMINAD A LOS QUE CALUMNIAN AL ISLAM"; llamándolo intolerante y asesino, supongo.)

Si yo fuera más como Agados esta entrada habría terminado hace dos párrafos; pero como soy más como yo, seguiré un rato sobre lo que The Belmont Club ha llamado "el primer contragolpe efectivo en la confrontación cultural entre Occidente y el Islam radical". La opinión de Laurence Simon tal vez no sea, como dice Wretchard, la última palabra sobre la Crisis de las Caricaturas, pero es como poco ilustrativa:

Pienso que el embajador danés debería presentar disculpas. En la iglesia cristiana más grande de Arabia Saudí.

Mientras la construyen o no (esperaré sentado), recogeré el guante que arroja Kantor, más o menos. Las caricaturas del Jyllands-Posten fueron retiradas del sitio web del periódico como tarde a principios de noviembre (al parecer estaban aquí); sin embargo, las dos que reproduce Kantor y la que eligió Franco Alemán son probablemente las mejores, y además pueden verse todas en el Brussels Journal, en 1812, en Face of Muhammed o Noticiero Digital, por ejemplo, de modo que buscaré otras.

Zombie ha dispuesto un archivo de imágenes de Mahoma (no sólo caricaturas sino también representaciones serias, incluso devotas; lo de que los musulmanes nunca han representado gráficamente a Mahoma no es cierto, al menos entre los chiítas, incluso en el Irán actual) y hay más en Coranix.com... o las había hace tres días. Una de las imágenes más duras, y además justificada, es la de The Study of Revenge. (El pie de la ilustración dice: "Mahoma (la paz sea con él)").

Pero elijo dos de Steph Bergol (y las recomiendo todas; pueden verse aquí o, si tumban el sitio, aquí):


Error judicial
Mahoma: ¡Es un error judicial! ¡¡¡Soy Mahoma, el profeta!!!
San Pedro: Definitivamente: ¡culpable!


De mostrarnos a Mahoma allí donde le llevan los demonios se han ocupado por ejemplo Giovanni da Modena en San Petronio de Bolonia, William Blake, Gustave Doré y Salvador Dalí, los tres últimos ilustrando a Dante:

Jamás he visto, en su postrer desquicio,
tonel despedazado, de la suerte
que a uno vi de la barba al orificio.

Sobre los pies los intestinos vierte;
enseña el corazón, y el triste saco
que cuanto traga en fetidez convierte.

Mientras le observo entre el ambiente opaco
me mira, y con las manos se abre el pecho:
"Ve a Mahoma —diciendo—; así yo aplaco

mi destrozo y dolor, y a corto trecho
y con el cráneo hasta la nuca hendido,
va Alí delante, en lágrimas deshecho;

y cuantos aquí ves, que han impelido
de escándalo y discordia a infausta liza,
así purgan el pecado cometido.

Un diablo más allá nos cismatiza
con hacha aguda, en tan horrendo estilo
que hace en todos, cual ves, sangrienta liza.

Así damos la vuelta al negro asilo,
y vuelve ya cerrada toda herida
cuando tornamos de su acero al filo."


(Infierno, canto XXVIII, en la traducción de Juan de la Pezuela; aquí el original). Pero vayamos con la segunda caricatura:

Jesús y Mahoma
Jesús: Mahoma, mi reino no es de este mundo...
Mahoma: ¡¡¡El mío, sí!!!


De eso se trata exactamente en la respuesta islamista a las caricaturas: imponer su dominio, en este caso sus restricciones a la libertad de expresión, incluso en las partes de este mundo que aún ("aún" según esperan ellos) no son de su reino. Nuestra respuesta a su respuesta ha de ser o permitírselo o no.

Algunos están por permitírselo, por ejemplo Tony Blair:

El 31 de enero de 2006 la Cámara de los Comunes británica rechazó por un estrecho margen —283 votos contra 282— el proyecto presentado por el Nuevo Laborismo de Ley de Odio Racial y Religioso, que pretendía prohibir expresiones verbales o artísticas que las comunidades religiosas considerasen insultantes.

Carlos Semprún Maura es pesimista; opina que Europa muestra en esto la firmeza del melocotón podrido. Lucrecio piensa que ya nos hemos suicidado. Wretchard ve tiempos interesantes, con posibilidades tanto de catástrofe como de éxito:

Puede verse la crisis de las caricaturas como un desastre estratégico o como una bendición para la Guerra contra el Terror. El argumento para el primer punto de vista es que en la guerra contra los extremistas es necesario ganarse a los moderados. E incluso si es imposible ganárselos puede conseguirse que sigan siendo neutrales o indiferentes; pero en cualquier caso debe evitarse agitar en las masas musulmanas una guerra emocional contra Occidente. La crisis de las caricaturas danesas ha conseguido prender lo que la administración Bush tenía la esperanza de evitar desde el principio: convertir la Guerra contra el Terror en una Guerra con el Islam. Ahora un incidente surgido d un periódico danés relativamente poco conocido ha forzado una elección entre el más profundamente sentido de todos los valores occidentales, la libertad de expresión, y el deseado objetivo estratégico de conservar a la “calle” musulmana a bordo de la Guerra contra el Terror.

El argumento para considerar las caricaturas danesas una bendición descansa en la premisa de que el intento del presidente Bush de separar la Guerra contra el Terror del Islam estaba condenado a fracasar de todas formas, y de que era mejor enfrentarse a ello pronto que tarde. De acuerdo con este punto de vista, reforzado por la elección de Hamas en los territorios palestinos, hay cuestiones religiosas y culturales en la raíz del conflicto internacional. De que la mera votación —en Palestina, por ejemplo— nunca sería suficiente para establecer una democracia liberal mientras la cultura subyacente siguiese siendo hostil y agresiva hacia las raíces de la democracia.

...

Esto no significa que sea inevitable una guerra abierta entre el Islam y Occidente. Pero implica que el conflicto y competición cultural son inevitables, y que esos choques deben disputarse en alguna especie de campo de batalla, aunque no necesariamente uno físico. La actitud de muchos intelectuales occidentales paralizados por la secta del multiculturalismo es, irónicamente, que ellos “no hacen cultura”. Mark Steyn entendió que el multiculturalismo trataba fundamentalmente de evadir los conflictos culturales en lugar de resolverlos. Escribió en el New Criterion: “lo grande del multiculturalismo es que no hace falta saber nada acerca de otras culturas: la capital de Bhután, las principales exportaciones de Malawi, ¿a quién le importan? Todo lo que hace falta es sentirse bien acerca de otras culturas. Es fundamentalmente un fraude, y yo argüiría que subliminalmente se lo aceptó por eso”.

El reto planteado por Peters, Huntington y Steyn es aceptar la existencia de un choque entre civilizaciones y encontrar modalidades —preferentemente pacíficas— de resolverlo.

Nadie puede prever adónde llevará la controversia de las caricaturas danesas. En el mejor de los casos ambos lados volverán a sus líneas de partida después de haber declarado sus posiciones, cada uno con un renovado respeto por el otro. Occidente debería entender, si no se había dado cuenta antes, que los musulmanes están dispuestos a luchar por su religión. Y los musulmanes deberían entender, gracias a la controversia de las caricaturas, que, a pesar de lo todo que hubieran oído en sentido contrario, lo mismo vale para Occidente, y por partida doble. Y a largo plazo ese renuente respeto puede hacer el proceso de ganarse a los moderados musulmanes más fácil que fingir la actitud barata y superficial del multiculturalismo. Pues ¿quién, en el Islam, creería en nosotros si no creyéramos nosotros mismos? ¿Quién en el Islam podría confiar en que luchásemos a su lado si no pudiéramos defender lo que somos, lo que creemos?


Repasando algunos otros de mis blogs habituales leo en The White Peril, por una parte, la reacción de Rondi Adamson ante la declaración por parte de los islamistas de un Día Internacional de la Ira (pero ¿no es cada día un Día Internacional de la Ira para los islamofascistas?); y, por otra, la de Jeff de Beautiful Atrocities (declarar, e inaugurar, un Día Internacional de Ofenda-a-un-Musulmán).

En parecida vena está el Cascarrabias Emérito, Francis Porretto, en una entrada que titula ¿Somos libres de ofender?; en efecto, se refiere al asunto,

el ahora famoso asunto del Jyllands-Posten: la publicación por ese periódico danés de varios dibujos imaginarios de Mahoma, el notorio terrorista, estafador, perjuro, adúltero múltiple y pedófilo árabe del siglo VII, y fundador del Islam.

No puedo imaginar por dónde va a salirnos. ¿Qué opinará, por ejemplo, de las disculpas que pidió el editor del periódico, Carsten Juste?

Ahora bien, vuestro Cascarrabias no tiene ninguna duda de que Carsten Juste es un hombre bueno y honorable. Sólo la gente buena y honorable se preocupa si ofende a otros, aunque esos otros sean intolerantes jinetes de camellos, deficientes morales, con un CI medio de 85 y ningún derecho a ocupar el tiempo o la atención de otras personas excepto al extremo de un arma. Vuestro Cascarrabias comparte el respeto de Juste por la libertad religiosa, y apoyaría a cualquier persona inocente en su derecho a practicar su fe siempre que esa fe no practique la conversión por la espada o exija la subyugación de los no creyentes, de todas las mujeres, de todos los desviados sexuales y de cualquiera con opiniones propias o con el seso que Dios dio a una cucaracha. Pero debe tenerse cuidado en distinguir las religiones genuinas de la variedad sucedánea propia de terroristas, cretinos del Oriente Próximo, criminales americanos encarcelados y seguidores de Louis Farrakhan. Pues estas gentes están deseosas de ver ofensas en todo y en cualquier cosa. De este modo, pierden el derecho a toda consideración por parte de los hombres de buena voluntad.

En realidad, esta pérdida no requiere que el “creyente” intervenga por sí mismo en algún acto nocivo. Todo lo necesario es que afirme su fidelidad a un credo que condone tales cosas:

Vuestro Cascarrabias: ¿Afirma su credo que sus seguidores tienen derechos que los no seguidores no tienen?
Maleante musulmán felacabrones mugriento y asesino: Sí.
Vuestro Cascarrabias: Entonces, si es tan amable de poner las manos en la cabeza y alejarse de mí muy lentamente, le dejaré vivir.

La fidelidad misma es tan ofensiva como cualquier cosa que se pueda decir o hacer.

La pregunta del Cascarrabias, y su respuesta, son la cuestión. Más adelante examina el pequeño detalle de la reciprocidad en el trato:

En los últimos cuatro años, los Estados Unidos han gastado la sangre de más de dos mil de sus jóvenes soldados y muchos miles de millones de dólares para llevar libertad a unos cincuenta millones de víctimas de la tiranía en el Próximo Oriente. Seguimos adelante sin importarnos el credo que siguen o las actitudes que prescribe contra nosotros los “infieles”. Mientras tanto, ese credo ha montado una contracampaña de rencor sin precedentes, un intento sin tapujos de conseguir la hegemonía sobre tanta parte del mundo como puedan abarcar. La punta de lanza de esa campaña en América y Europa Occidental han sido sus berridos de ofensa por las expresiones y opiniones de no musulmanes.

Esto, por parte de un credo que predica que el deber de sus seguidores es obligar a toda rodilla a doblarse ante el Islam; que sanciona el uso de cualquier subterfugio para hacer progresar los intereses del Islam; que ordena a todo musulmán apoyar a todo otro musulmán contra cualquier reclamación de un “infiel”, sin importar si está justificada; que sostiene que un “infiel” no tiene derechos que un musulmán esté obligado a respetar. Enseñan a sus hijos todo esto en cientos de madrasas en este país y en otras partes. Les enseñan también que Osama ben Laden y los terroristas del Martes Negro son grandes héroes del Islam, las manos del Profeta destinadas a traer al fin el Califato sobre el mundo entero.

El Islam no es una religión; es un programa de conquista totalitaria, más vil aún que el nazismo, y no merece respeto ni consideración por los sentimientos de los que comulgan con él. Deberían ser vigilados con atención microscópica y la máxima desconfianza. No debería concedérseles ningún margen en absoluto.

El asunto del Jyllands-Posten debería ser un punto de reunión para los pueblos libres del mundo. Más bien que derrochar declaraciones de afirmación de nuestras inofensivas intenciones y conciliadora naturaleza con los perpetuamente ofendidos musulmanes —veamos, ¿ha tenido alguno de ellos algo que decir sobre la carta fundacional de Hamas últimamente, con lo de las elecciones palestinas y eso?— deberíamos alzarnos sobre nuestras patas traseras y desafiarles a que osen hacer la más pequeña cosita para provocarnos.

Deberíamos estar dispuestos para reaccionar ante cualquier uso de la fuerza con fuerza incomparablemente mayor.

“Comprad danés”, por supuesto. Más allá de eso, aprestad vuestra truculencia y estad dispuestos a apoyar a otros en la posición del Jyllands-Posten. Habrá otros, no lo dudéis. Los musulmanes pueden encontrar “ofensa” en cualquier cosa. Respetan sólo la fuerza superior. Hasta que no se hayan enfrentado a una ira y desafío incomparablemente mayores que los que sus resecas glándulas puedan sostener, no nos darán sino más de lo mismo.

Oderint dum metuant!

Sí; mejor que los islamistas nos odien, mientras nos teman que el actual nos odian y nos desprecian. O que otra caída del imperio romano.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La Unidad Antidiscriminación y el Grupo de Asistencia Jurídica contra el Racismo y la Xenofobia combinan la asistencia y el asesoramiento jurídico con las campañas de sensibilización y vigilancia de actitudes de riesgo. Según Alberto Ruiz-Gallardón, “están destinados a que cualquier ciudadano que se sienta agredido encuentre la comprensión y los medios para alzar su voz y hacer valer sus derechos”.

Es lo que tiene un alcalde progresista.

Ignacio dijo...

Muy buen post.
Te acabo de descubrir; te felicito.

Anónimo dijo...

De la misma manera que voy por la calle, y viene alguien y me llama tonto, o algo por el estilo, no le respondo, me gustaria hacerlo tambien, en este caso.
Pero encuentro esta entrada tan calumniosa, intolerante, despectiva, humillante, y vergonzosa, que no permitire el lujo de callarme, y ceder ante mi pacifico caracter.
No eres mas que un ignorante, y un intolerante. Deberia darte verguenza por lo que has escrito.
Gente como vosotros si que tolera la intolerancia y la xenofobia intercultural, alegando con ello una falsa e hipocrita libertad de expresion.
No perdere ni un minuto mas de mi tiempo cantandoos las cuarenta. No os lo mereceis.
Salud, suerte, y que encontreis algun remedio a vuestros prejucios. A ese fin, os propongo uno: LEED.

Anónimo dijo...

Un poco tarde pero no pude contenerme a comentar la risa que me producen los musulmanes hablando de intolerancia, ignorancia, hipocrecia, prejuicos y blah, blah, blah. Son geniales con su doble moral.

ARCANGEL GABRIEL dijo...

Considero que los judios tienen razones de peso para no meterse a cristianos. Los vampiros musulmanes ya los hubiesen desaparecido del mapa terrenal en nombre del sádico Mahoma.
ARCANGEL GABRIEL

ARCANGEL GABRIEL dijo...

Mahoma dijo que yo le había anunciado el ser profeta. NO, yo siempre anuncié la preñez a las mujeres ¿Acaso ese malandro estaba fumando opio? o ¿No quería él estar embarazado? ¿Quienes son más sanguinarios?

ARCANGEL GABRIEL